Cambiar con calma la actitud y disciplina
Tiempo vs. tiempo
Piense en sus propias experiencias de vida. Trate de volver con su pensamiento a cuando era niña. Recuerde cuando estaba molesta por algo y cómo se sintió. Cuando le dijeron que fuera a su habitación, lo más probable es que se hubiese sentido aislada, abandonada, confundida, enojada y angustiada. Ahora piense en los momentos en que sus padres o alguien más, cercano a usted, en realidad se sentaron con usted para discutir sus sentimientos y llegaron al fondo de por qué estaba actuando de esa manera.
Probablemente se sintió mucho mejor porque advertía que usted realmente les importaba. Tómese el tiempo para sentarse con su niño/a cuando él o ella se siente mal y demuestre su interés en lo que está pasando. Sepa comunicar su amor a su hijo/a, porque usted puede tener una voluntad excelente, pero quien recibe ese mensaje de amor es su hijo/a y en la comunicación siempre puede haber interferencias. Exprésele claramente que usted desea que resuelvan el problema, no importa el tiempo que lleve.
Hermanos sin rivalidad
Es casi imposible amar a sus hijos por igual, pero se los puede amar de forma exclusiva. Usted puede mostrar a sus hijos que los ama por ser quienes son. Asegúrese de pasar con ellos lo que llamamos “tiempo de calidad” y esté siempre presente con cada uno de ellos. Escúchelos con cuidado, y haga que se sientan amados y apreciados por su propia singularidad. Esto recorre un camino largo pero, el logro de reducir la rivalidad entre los hermanos lo vale. Los tiempos de espera pueden tener un efecto inmediato en el comportamiento y a la vez, probablemente, hagan que su hijo se sienta más aislado. Promueva a que su niño muestre sus sentimientos de una manera constructiva.
La empatía es la clave
Tómese el tiempo para estar en contacto con esos sentimientos de su hijo/a y anímelo a usar palabras, no acciones, a expresarse abiertamente. En esto, importa mucho que usted identifique sus propios sentimientos y estar atenta a lo que sucede, para no perder el control o, peor aún, actuar en contra del niño/a. Si se siente estresada, tómese un momento para cambiar de escena y bajarse de la situación. Es fundamental calmarse. Puede decirle a su hijo que usted está muy molesta y que necesita unos minutos para reflexionar con usted misma. Usted lo ama y estará de regreso. Esto le enseña al niño cómo actuar adecuadamente también. Obviamente que se cumple la palabra empeñada. El niño o la niña, pueden pasar a otra actividad y olvidarse en minutos. Pero usted nunca. A su regreso, lo hablará con mejor energía.
Pulse el botón PAUSA
Puede que tenga que “borrarse” por completo de la mirada de su hijo y calmarse con ejercicios de respiración profunda. Hacer esto es similar a tomarse un tiempo afuera u oprimir el botón de PAUSA. Le permitirá reaccionar de forma más racional.
Reconocer la sensación
Averigüe exactamente cuál es el problema, para reconocerlo. ¿Su niño se siente solo porque usted pasa tiempo con el nuevo bebé? Él o ella ¿deseó ser apenas el “segundo” para usted? Ser empática muestra al niño/a que le importa y que sabe cómo se siente. También ayuda a serenar su reacción emocional, ayudándolo a volver a enfocarse. Dígale a su hijo/a que una vez que él o ella se haya calmado un poco, van a discutir el tema y formar un plan en conjunto.
Conozca la necesidad de tiempo y atención (uno a la vez)
Pregúntele a su hijo lo que a él o a ella le gustaría hacer. No decida unilateralmente. Su respuesta ¡puede sorprenderla! No importa cuál sea la petición, siempre y cuando sea dentro de lo razonable, usted trate de que la formule, siempre. Felicite y celebre expresamente su buen comportamiento, el que también se observa. De este modo, reforzará las medidas adecuadas, en especial, en lo que se refiere a la interacción con sus hermanos.
Conducta desafiante de su hijo
Cuando los niños se sienten bien, se comportan correctamente. Lo positivo es ser comprensiva y entender su primera reacción. Los niños necesitan mucho su amor incondicional, lo cual significa que, a veces, tiene que separar al niño de la conducta. La aplicación de castigos hará que el niño se sienta más resentido y más aislado. Lo único que se logra entonces es perpetuar el mal comportamiento.
¿Quién consigue un juguete?
La enseñanza de habilidades para resolver conflictos de manera efectiva, surgirá directamente de su propio comportamiento. Levantar la voz sólo mostrará que, ser fuerte y gritar cuando se siente frustrada, es la manera correcta de reaccionar. En lugar de esto, enséñeles tácticas de negociación para que todos puedan ser más felices.
Dígale a su hijo/a que, si llegan a una solución, usted la aprobaría. Si no pueden llegar a nada, es adecuado proporcionarle un par de opciones. Cuando se trata de compartir un solo juguete, sugerir que se turnen para jugar con él o que usted y ellos jugarán un juego juntos.
Lucha independiente(lucha libre). Mantener la calma. Humor y distracción.
Nunca caiga en luchar contra los niños. Ni siquiera cuando ellos manifiestan que lo harán en forma tranquila. Sea clara, utilice un tono bajo de voz, haga contacto visual y dígales que los comprende, pero la lucha no está permitida. Usted puede tratar de distraer a sus hijos, e incluso utilizar el sentido de humor. Pero, los padres nunca deben involucrarse en la lucha y de ningún modo, tomar partido.
Su niño o niña ¿no coopera?
Si realmente su hijo/a no está cooperando, es posible que él o ella muestre, sin pensarlo, su misma actitud cuando la necesita a usted. Trate de cooperar siempre con su hijo y el buen comportamiento será devuelto.
