Cuestiones básicas sobre el entrenamiento para el orinal (Potty)

Cuando se estrena el orinal se despliega uno de los mayores desafíos en la vida de una madre o padre. Claro que no sabemos todavía si podemos compararlo con el desafío de dejar que su hija adolescente vaya a su primera cita (¡Ay!) Mientras el control de esfínteres puede ser muy estresante, saber algunos consejos y trucos puede ayudar a hacer de esto, algo mucho más leve, tanto para usted como para el bebé.

Busque señales de preparación
A partir del control de esfínteres, si éste se realiza antes de que su hijo esté listo, puede tener el efecto absolutamente contrario al éxito. Empujar los esfínteres cuando su hijo no está preparado realmente puede retrasar su desarrollo. Algunas señales de preparación incluyen que el niño/a se quite el pañal después de que lo ensució, frente a la bacinica. Interesarse por otros hábitos del baño como ver a mamá, papá o un hermano cuando van y/o comenzar a tomar el hábito, al tener una evacuación intestinal, de ponerse en cuclillas y hacer gruñidos.

Mientras que algunos niños/as estarán listos para aprender en una etapa temprana (dieciocho-veinticuatro meses) es importante recordar que otros no tienen interés en su proceso de orinar en la bacinica o el inodoro hasta los tres o incluso cuatro años. No se desanime. Cada niño tiene sus tiempos.

Apunta con cereales
Puede sonar tonto, pero los niños pequeños probablemente puedan encontrar divertido, dentro del entrenamiento, un simple juego. Coloque unos pocos cereales de forma redonda en el inodoro, antes de que su hijo esté listo para orinar. Luego haga que practique “apuntando” a esas bolitas. Esto no sólo ayuda con la coordinación, sino que, además, evita la limpieza constante del orinal, mientras el niño se divirtió. Limite los líquidos antes de acostarse. Suena bastante simple, pero la limitación de líquidos antes de acostarse, puede ayudar a evitar accidentes a la carrera. Sin embargo, obviamente, usted no quiere negarle líquido a su niño/a cuando tiene sed. En el marco del sentido común, se reducen líquidos de manera responsable.

No al estrés
Si la cuestión de los esfínteres se está poniendo muy estresante, tal vez sea hora de esperar un poco. El entrenamiento de la bacinica es extenuante, pero no debe ser estresante. Al menos no de una manera que cause colapsos en usted y el bebé. Está bien no estar listo, si usted o su hijo no lo están. El entrenamiento para ir al baño sólo tendrá éxito cuando ambos estén dispuestos a comprometerse. Recuerde que algunos niños no están listos hasta su tercer o incluso cuarto año de vida. Ambas edades son perfectamente normales.

El entrenamiento para ir al baño toma su “tiempo de conquista”, tanto a la mamá como al bebé. Sea paciente con su niño y con usted misma. No están obligados a vivir con accidentes y contratiempos. Los reveses también pueden ser una señal de que su hijo no espera lograrlo ahora. Si cree que este es el caso, detenga el proceso y espere por más señales de que está listo.