El llanto controlado
Algunas personas sienten que dejar que su bebé llore y no levantarlo es cruel y no vale la pena hacerlo si quiere tener una buena noche de sueño. Otros creen que un patrón irregular de sueño no le está haciendo a su bebé ningún bien y le dan una oportunidad a esta experiencia. Sin embargo, cualquier madre que haya intentado la técnica del llanto controlado acuerdan que las primeras noches son desgarradoras y la tentación de correr para abrazar a su bebé es casi insoportable.
¿Qué significa controlar el llanto?
El principio de llanto controlado no es dejar que su bebé llore hasta dormirse, sino que él/ella esté seguro de que usted está allí y enseñarle a disponerse nuevamente a dormir con tranquilidad. Se necesita mucha determinación y fuerza de voluntad por parte de los padres y no es conveniente para todas las familias. Sin embargo, si usted decide ponerlo en práctica, la técnica básica es la siguiente:
Siga una rutina antes de acostarse para que el bebé asocie ciertos indicadores con ir a la cama. Pude ser un baño seguido de un masaje al bebé. Cuando llegue el momento, ponga a su bebé en su cuna y salga de la habitación.
Cuando él empiece a llorar, espere un par de minutos para ver si se asentará solo. Si no lo hace, vuelva a entrar.
No encienda las luces, ya que estimula al bebé. Haga que su presencia represente la calma, la mayor tranquilidad posible. Asegure a su bebé que usted está allí, pero no lo recoja de la cuna. Una vez que esté más tranquilo, salir de la habitación.
Él o ella, probablemente, empezará a llorar otra vez, pero ahora trate de esperar un poco más de tiempo (tres a cuatro minutos) antes de volver.
Puede que tenga que seguir este patrón durante algún tiempo antes de que se duerma, pero no lo deje si él o ella sigue llorando más tiempo de lo que a usted le parezca normal y cómodo (diez a quince minutos como máximo).
La mayoría de los bebés se habitúan a un patrón regular de sueño, dentro de una quincena. Siempre y cuando ellos sepan que mamá y papá están ahí, si realmente los necesitan. Así, no tendrán nada que temer y deberían entrar en una rutina de dormir, después de unos diez minutos.
No hay duda de que todo el tema del llanto controlado es más que emotivo, movilizante y polémico.