Para que tu niño duerma
Pruebe con un baño calmante
La hora del baño es una gran manera de calmar a pequeños hiper inquietos. Debido a que algunos niños pequeños se energizan en la bañera, puede recurrir a una de estas dos maneras. Usted puede tratar de dejarlos jugar en la bañera, pues salen agotados y se duermen enseguida, o puede intentar que la hora del baño transcurra en total calma. Si quiere mantener las cosas tranquilas, recuerde limitar los juguetes en el baño.
Mantener lo simple
En la batalla por la hora de dormir puede ser difícil establecer una rutina calmante. Lo que funciona para algunos niños no funciona para otros. Por ejemplo, la televisión puede hacer que sea difícil para algunos niños que se duerman, mientras que otros encuentran su calmante en los dibujos animados, antes de ir a la cama. La clave está en que lo que haga en la noche siempre sea sencillo. No utilice la TV, además de los juguetes, además de los libros. Elija una actividad calmante y que se adhieran a ella.
Ir a la cama temprano
Suena bastante simple, pero tener todo listo para la cama antes del momento en que tenga sueño, puede tensionarla cuando su niño no se mueve de su lugar. Sea cual fuere su rutina, deberá conseguir gradualmente, que se haga un poco más temprano de lo habitual.
Siga la rutina
Los niños funcionan mejor con una rutina. Saber lo que va a pasar y cuándo, puede ser muy reconfortante para los niños pequeños. Si usted no tiene una rutina, nunca es demasiado tarde para establecer una. Los nuevos elementos de una rutina se integran poco a poco, para que todo el entorno tenga tiempo de acostumbrarse a los cambios. Cambiar rápidamente las rutinas o presentar una nueva, que sea muy diferente, puede tener el efecto contrario.
Siesta con su hijo
No es raro que los niños pequeños caigan dormidos en el día y en las noches no quieran dormir. A veces todo lo que necesita es un par de noches sin siesta durante el día. Usted se siente desolada por tener que estar toda la noche cuidando al niño, al igual que cuando él nació. Cuando esto sucede, recuerde que usted no puede corregir en un día lo que salió mal en un período de semanas. Haga una siesta con su niño pequeño cuando se pueda y vaya de a poco anticipando media hora su horario de dormir, todos los días, hasta que las cosas mejoren.
Mientras que inducir al sueño puede ser una tarea desalentadora, las cosas se pondrán más fáciles. A medida que su niño se transforma y llega a la edad preescolar, tendrá una mejor comprensión de lo que son las reglas antes de dormir. Ya será más fácil ponerlo en la cama para conciliar el sueño por sí mismo, sin el temor de que puedan irse de la casa en busca de una travesura.