Esguinces y tensión
Un esguince es una lesión menor en un músculo, ligamento o tendón. Por lo general, es causado por la actividad extenuante que se produce cuando el ligamento, músculo o tendón se estira demasiado sobre una articulación y allí aparecen rasgaduras o roturas. Las articulaciones como los tobillos, codos, las rodillas y muñecas son más proclives a esguinzarse durante la actividad excesiva.
Cuando un niño sufre un esguince, sucede exactamente de la manera como se produce en un adulto y puede ser muy doloroso e incómodo. Toda la experiencia puede ser traumática para los padres y el niño y, a pesar de todos los esfuerzos de los padres, casi imposible de evitar en un niño activo.
Puede ocurrir tan rápidamente que, de repente, escuchará un grito del niño que le provocará una perforación en el oído. Esto le aclarará que no era un simple bache y usted observará a su niño (quien le dirá también que esto no era un pequeño bache), y verá la hinchazón del esguince. Una vez que el área, a partir de la hinchazón del esguince, sea confirmada, consuele a su hijo o hija lo más que pueda sin ponerse ansiosa usted, a pesar de que el dolor y el grito hagan estragos en su corazón. Tendrá que permanecer tranquila y serena mientras atiende a su hijo.
Trate de conseguir un poco de hielo, envuélvalo en un paño suave y aplíquelo sin forzar sobre la inflamación. No colocar el hielo directamente sobre la hinchazón. Sostenga a su hijo en el sofá o en la cama, lo acuesta dentro y trate de elevar la zona lesionada, si puede. Traiga los libros o revistas que más le gusten (de helados o de historias e ilustraciones) para lograr que se aquieten durante el mayor tiempo posible.
No es aconsejable administrar cualquier medicamento antiinflamatorio sin consultar a su pediatra o médico de familia. Si usted está preocupada por la hinchazón y la zona afectada parece estar empeorando o no va hacia abajo, puede que tenga que llevar a su hijo para un examen de rayos X, para determinar si se ha producido algún daño grave.
Básicamente, cuando se lastima cualquier tejido conectivo, la zona comienza a hincharse inmediatamente como para proteger el área de nuevos traumas. Si su hijo realmente ha fracturado la zona, su rapidez en la aplicación de hielo y elevación del área afectada será de suma importancia para los niveles de dolor y el proceso de recuperación. Lo más probable es que su hijo o hija también se pueda retirar de pie o apoyándose en el área inmediatamente y sin agravantes ni mayores dificultades.
Aunque estos tipos de lesiones pueden ocurrir en niños pequeños, no es muy común que así sea, debido al hecho de que el tejido conectivo, ligamentos y tendones, tiende a ser mucho más fuerte que el propio hueso. La mayoría de las veces suele ser, en realidad, una lesión en el hueso, en lugar de un traumatismo en un ligamento o tendón. Una distensión leve no podría dar lugar a tales síntomas aparentes, pero un buen indicio de lesiones es la cojera o la hipersensibilidad en la zona.
