La salud del corazón de su hijo

Se ha encontrado recientemente que, las enfermedades del corazón comienzan ya en la niñez, coincidentemente con niveles de actividad física pobre y una dieta desequilibrada. Dada la situación, los esfuerzos actuales se centran en gran medida en hacer que los niños mantengan un peso saludable y no caigan en el sobrepeso o incluso en la obesidad. Esta última puede causar enfermedades del corazón y otras, como la diabetes tipo II.

Se han descubierto en muchos países, tendencias actuales alarmantes sobre la salud de los niños:

En niños de ocho a doce años, uno de cada diez tiene sobrepeso, con un número que en realidad está aumentando.

El veinte por ciento de los niños o más, obtiene su energía de galletas, snacks y otros dulces, lo cual es muy poco saludable.

A pesar de las cinco porciones recomendadas de frutas y verduras al día, el niño promedio sólo come la mitad de una porción cada día.

Un tercio de los niños ve la televisión o cualquier pantalla durante más de dos horas por día.

La mala salud en los niños a menudo se atribuye a la falta de actividad física. Consecuencia, los cambios deberían producirse en un futuro muy próximo.

Esto obliga a las familias a comer sus comidas juntos, porque tienden a ser más saludables. Cuando la familia comparte almuerzo o cena, los niños son menos propensos a consumir bebidas con muchas calorías y comen más frutas y verduras. Las comidas en el hogar también son generalmente, más sanas.

Cinco porciones de frutas y verduras se necesitan cada día para obtener la ingesta recomendada de vitaminas C, A y E, que promueven la salud del corazón.

Se recomienda una hora diaria de actividad física para los niños y jóvenes de cinco a dieciocho años. Desde la jardinería hasta los deportes organizados como el fútbol o el baloncesto, sin dejar de lado bailar y la Educación Física en la escuela, todo cuenta.

Tener opciones es clave. Llene el frigorífico y la despensa con alimentos saludables y deje que su niño escoja por sí mismo lo que quiera comer a partir de una serie de opciones equilibradas y nutritivas.

Se debe establecer un límite en la cantidad de productos electrónicos que sus hijos puedan utilizar. Apague la televisión, películas y juegos del ordenador. ¡Desconecte y salgan a la calle a moverse!

Las grasas saturadas son un ¡no rotundo! Deje de comprar alimentos que son procesados ​​y ricos en azúcar, sal y grasas saturadas. Elija alimentos frescos enteros del grano, cuando sea posible.

La dieta equilibrada
Lograr que su hijo o hija esté preparado para una vida larga y saludable, con buena salud cardíaca, empieza su recorrido desde que es chico. Para que lo transformen en hábito de vida, necesitan padres que estén liderando con el ejemplo y que puedan inspirar a mantenerse en forma y comer una dieta equilibrada y nutritiva.

Con la disponibilidad de alimentos procesados, el delicioso sabor de las comidas azucaradas y el estilo de vida actual, puede hacerse bastante difícil conseguir que sus niños y niñas sean activos y saludables. Como dijimos antes, es necesario limitar las distracciones que hacen que los niños adictos a la televisión como a los juegos de ordenador, se pasen horas frente a pantallas electrónicas.

Todo es cuestión de tomar las decisiones correctas cada día. Si su dieta es baja en frutas y verduras y rica en azúcar, sodio, grasas no esenciales, y además con muy poca actividad física, no esperemos resultados positivos. Los problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, e incluso el cáncer, son posibles.

Es un camino difícil, pero es el trabajo de los padres garantizar que las opciones saludables estén disponibles para sus niños. Atender desde su nacimiento sus alimentos y comidas, balanceadas y proporcionadas.

Hacerse el tiempo para cocinar una comida saludable por día puede ser difícil, pero es algo que hay que hacer. Encuentre el tiempo para salir a caminar, preparar las comidas antes de tiempo (por ejemplo, haciendo una gran sopa u otra receta que se pueda utilizar de base para múltiples comidas) y abastecerse de bocadillos que sean saludables. De lo contrario, aunque parezca negativo, su hijo podría terminar en un programa de reality televisivo acerca de los problemas de peso, en lugar de sentarse delante del televisor para verlos.

Todo es cuestión de hacer pequeños cambios en su vida con el fin de estar preparados para un mañana mejor.