La tos, los resfriados y la gripe

Los niños van a experimentar varios episodios de tos, resfriados y gripe durante diferentes ocasiones en sus años de desarrollo. Es bastante normal y necesario para el sistema inmune. El organismo acumula anticuerpos contra los gérmenes que causan las afecciones. Saber la diferencia entre los resfriados y la gripe en los niños pequeños puede ser complicado. Algunos de los síntomas de la gripe en los niños son los mismos que un dolor de estómago. Por otra parte, un niño puede no ser capaz de ser absolutamente claro acerca de cómo se siente, por lo cual a los padres les resulta difícil saber qué es lo que anda mal.

Síntomas como las náuseas, dolor de estómago y vómitos también son síntomas de diarrea y molestias estomacales, así como de intoxicación alimentaria. Pero, la gripe también tiene síntomas diferentes en los niños y usted lo irá comprobando.

Los más frecuentes son los dolores en el cuerpo, una fiebre muy alta, escalofríos y sacudidas en el cuerpo, dolor de cabeza y tos desagradable.

La gripe es un virus que pulula en el aire y es extremadamente contagioso. A menudo, cuando un niño comienza a mostrar síntomas de la gripe, usted se dará cuenta de que varios niños comienzan a mostrar los mismos síntomas simultáneamente, después de haber contraído el virus, unos días antes. Estornudos, compartir lápices, controles remotos, computadoras, juguetes y utensilios para comer son los vehículos principales para mover el virus de la gripe en torno a una sala de clase o en la guardería.

Los momentos en que peor se sienten los niños con gripe, son los primeros días. Los médicos podrán tratar los síntomas y prescribir medicamentos para ayudar a bajar la fiebre y controlar los escalofríos, la tos y el dolor de cabeza. Al ser un virus, la gripe no entra en los cánones del sistema bajo medicación. Se instala por su cuenta y puede tomar un par de días, incluso hasta más de una semana para hacerlo. Todo depende de las defensas que tenga cada organismo. Nunca se debe administrar un medicamento contra la gripe a un niño, sin el consentimiento previo de su pediatra. Puede complicar el cuadro y nublar el diagnóstico, que es mejor dejárselo a los profesionales.

Los resfriados y la gripe se transmiten entre los niños de la misma manera y ambos se contagian con mucha facilidad. En general, los síntomas deben empezar a mostrar una disminución, después de unos días. Si no lo hacen es posible que tenga una infección secundaria, especialmente, si empeoran.

Una nariz tapada, mantendrá al niño o niña, despierto en la noche, ya que va a tener que luchar para respirar adecuadamente. La fiebre hace lo suyo pues se sentirá muy incómodo. Ambos le dejarán un niño molesto y cansado ​​durante todo el día. Nunca, nunca, bajo ninguna circunstancia, utilice un spray nasal en su niño o el bebé para tratar de aliviar la congestión. El médico debe asesorarla bien sobre esto.

Es importante que, aunque su hijo o hija no coma, usted mantenga la administración constante de líquido para evitar la deshidratación. Si su apetito vuelve, los síntomas comienzan a desaparecer por completo. Ante la menor preocupación, llame a su pediatra para tomar decisiones, adecuadamente informada.