Parto en casa

No fue sino hasta la primera década del año 1900, que las mujeres comenzaron la transición a los hospitales para dar a luz. Antes de este tiempo, los partos en casa eran la norma, sin ninguna otra opción en la mayoría de los casos. A pesar de que los tiempos han cambiado drásticamente en estos días, más y más mujeres continúan, actualmente, explorando sus opciones de parto. Los partos en casa se convirtieron en una opción muy popular para las mujeres que tienen embarazos saludables y de bajo riesgo. Si está pensando en un parto en casa, la información proporcionada a continuación puede resultarle útil.

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Un parto en casa puede ser adecuado para usted si el caso cumple con los siguientes criterios: su embarazo es de bajo riesgo y su salud personal y la de su bebé por nacer, es buena. Usted no desea una intervención médica, como la Epidural (Peridural), cesárea o episiotomía. Sí desea que sus amigos y familiares la rodeen en el momento del nacimiento. Siente que va a ser más cómodo en casa, con sus pertenencias personales.

Tendrá la opción de bañarse, comer y beber, cambiar de posición y moverse cuando lo desee, a lo largo del trabajo de parto.

Un parto en casa puede no ser adecuado para usted si se encuentra bajo estas condiciones: tiene toxemia o presión arterial alta, conocida como preeclampsia. Padece de diabetes. Ya experimentó un parto prematuro previo o, su esposo o pareja, no está de acuerdo con su decisión de intentar un parto en casa.

Con el fin de tomar todos los recaudos para que su parto en casa sea seguro, deberá tener una partera presente para ayudar con la expulsión y salida del bebé. Estos profesionales aportan una gran variedad de suministros con ellos. En general incluyen: una vía intravenosa en caso de que la madre se deshidrate o necesite nutrición adicional. Medicamentos para detener una hemorragia. Oxígeno para el bebé, material de sutura, estetoscopios, ultrasonidos. Fetoscopia, medicamentos homeopáticos, agujas de acupuntura. Hierbas medicinales, productos para masajes, cobertores de material impermeable, termómetros, baños de asiento, guantes estériles, gasas, y prendas para vestir al bebé.

Es importante tener en claro que, a pesar de que usted decida seguir adelante con su decisión, hay ciertas ocasiones en las que “desea ser” o “debe ser” trasladada al hospital. Hasta el cuarenta por ciento de las madres primerizas y el diez por ciento de las mujeres que han tenido hijos anteriores, terminan siendo trasladadas al hospital para dar a luz. Esto se debe, generalmente, a que la madre está demasiado agotada o no quiere continuar el trabajo en su hogar. Comienza a aumentar su presión arterial y poco o nada se está haciendo con el trabajo. El bebé está en peligro, las membranas se rompieron antes de tiempo aunque no haya una hemorragia. Aparece una complicación al nacer, como un prolapso del cordón umbilical.

Vistas las posibilidades que pueden darse, al tomar la decisión de dar a luz en su casa, usted debe emplear cuidadosamente el tiempo para hacer todos los preparativos necesarios. Esto incluye encontrar una partera calificada, así como un obstetra. Deberá rodearse de profesionales que estén de acuerdo con su decisión, para ayudarla en todo el proceso. Escriba con anticipación un plan de respaldo, en caso de que cambie de opinión y decida dar a luz en un hospital o necesite ser transferida. Asegúrese de incluir la elección de un pediatra para examinar a su bebé inmediatamente después del nacimiento.

Es entendible, por una serie de razones, que usted considere la práctica de un parto en casa. Obviamente le permite estar rodeada de todas las personas que usted desee, en un ambiente que se siente más cómodo. Se encontrará con una experiencia muy íntima y todos los que participan en ella, se sentirán unidos entre sí por la intensidad de lo que vivieron. Usted también podrá establecer un enlace inmediato con el/la bebé, ya que puede comenzar a amamantar inmediatamente, sin interferencias.

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