Dentro de su vientre: el segundo trimestre

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El segundo trimestre del embarazo llega trayendo con él sentimientos de alegría y un poco de alivio. En este punto, ya se puede relajar más en lo concerniente a los temores de un aborto espontáneo. Es en esta etapa que el embarazo comienza a tomar forma, literalmente.

Durante el segundo trimestre, se dará cuenta de que usted está comenzando a evidenciar su embarazo y su bebé está creciendo a un ritmo muy acelerado. El bebé se “activa” cada vez más, a pesar de que usted no sentirá el movimiento de inmediato. Es el momento en que se forma el cráneo con más solidez y las costillas comienzan a desarrollarse. El bebé ya puede poner su dedo pulgar en la boca. El paladar está a punto de terminar su formación.

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En el inicio del segundo trimestre del embarazo, las hormonas son rampantes. Esto ayuda a desarrollar en su bebé los ovarios o la glándula prostática. En la tercera semana del segundo trimestre, su bebé, alrededor de sus rollos, tiene ahora una capa fresca de la piel, a pesar de que es esencialmente transparente. Los ojos y las orejas se han vuelto más definidos, el pelo en la cabeza y la forma de las cejas. La médula ósea comienza a ser producida.

Al promediar el primer trimestre y a un mes del inicio de esta etapa, el bebé mide entre cuatro y cinco centímetros de largo y pesa alrededor de entre tres y 15g. Se vuelve sensible a la luz y él o ella puede producir cierto tipo de expresiones, como cerrar un puño. Durante este tiempo, se va formando la capa de grasa, que ayuda a mantener al bebé caliente y le proporciona energía y protección.

En este tiempo, el bebé también aprende a tragar. El cerebro está en pleno desempeño con la función nerviosa y los oídos han encontrado su ubicación finalmente, en la cabeza. El bebé ya puede escuchar los latidos del corazón y sus ruidos estomacales. Él o ella puede incluso reaccionar a los sonidos que los sorprende, desde fuera del útero. Es posible que sienta que el bebé se mueve o aletea.

A dieciocho semanas del embarazo, es muy posible que pueda haber sentido algún movimiento de su bebé. Pero si no, pronto lo sabrá, especialmente por la noche. También es en este punto, que la audición de su bebé va en aumento. Puede oír un poco las conversaciones y las voces. Los músculos del bebé son ahora más flexibles y una capa de pelo muy fino, conocido como lanugo, está cubriendo su piel. Él o ella también está produciendo la orina desde los riñones, la que se almacenará en el saco amniótico después de que ha sido eliminada. Su bebé comienza a ingerir azúcar que se encuentra en el líquido amniótico durante este tiempo.
En algún lugar entre las semanas dieciocho y veintiuno, podrá averiguar el sexo de su bebé a partir de una prueba de ultrasonido. A finales de la semana veintiuno, los genitales están completamente desarrollados, y su bebé pesa alrededor de unos 450g. Las papilas gustativas y el sentido del tacto están presentes.

Para el final del segundo trimestre, su bebé comenzará a practicar la respiración, al mover el líquido amniótico dentro y fuera de los pulmones. La piel se vuelve más gruesa. La capa de grasa continúa en desarrollo y se forman las huellas dactilares. El oído interno del bebé se ha completado, y el bebé tiene la autopercepción de si está al revés o boca arriba en el útero. También se distingue entre su sueño y su vigilia.

Durante este tiempo, usted advertirá que su bebé se ha vuelto mucho más activo porque los dedos y las manos están completamente formados. Él o ella se divierte mucho explorando el ambiente, que es su vientre. Por la semana 25, su bebé pesa aproximadamente 900g, y está empezando a “parecer un bebé” con rasgos definidos como los ojos, las orejas, las pestañas y las cejas.

A finales del segundo trimestre se dará cuenta de los cambios en su cuerpo y su bebé son mucho más pronunciados. El bebé habrá crecido entre tres y cuatro veces su tamaño desde el final del primer trimestre. Ya comienza, paulatinamente, a prepararse “para su vida en el mundo”.

Susanna Garcia

Susanna Garcia

Madre de tres hijos: dos niños y una niña, Susanna conoce los altibajos y los desafíos de ser madre. N.B.: Escribo como madre. De ninguna manera este contenido es un consejo médico ni reemplaza el consejo de un experto de ninguna persona en la profesión médica o afines.