Consejos para un buen sueño

¿Está su niño luchando antes de dormir? ¿Está usted tratando de que recupere su propia cama? O tal vez su niño ¿ha comenzado a despertar nuevamente en las noches?

Debemos crear una rutina para que pueda convertirse con el tiempo, en parte de la organización familiar que los niños necesitan. La cena, el descanso y la relajación, el baño, el cuento, la cama, necesitan convertirse, entre otros, en una rutina que funcione para usted. La hora del sueño debe ser un momento de paz y calma, en la que su hijo no esté estimulado hacia la excitación. El proceso pronto se convertirá en algo similar a un “sistema familiar”. Permitirá entonces a su niño, reconocer que la hora de acostarse ya está cerca.

Pueden hacer algo divertido y crearlo juntos. Por ejemplo, una tabla de premios. La participación de su hijo en el proceso, en lugar de comprarlo o hacerlo usted sola, puede ayudar a fomentar la cooperación a la hora de acostarse. Compran algunos juguetes baratos, pegatinas y otros premios. Aparece entonces la carita de “niño amigable” si: se queda en la cama, detiene las imágenes que está viendo cuando llega la hora de dormir, permanece toda la noche en su propia cama. Allí se pone un juguete. Si no lo hace, ningún juguete.

Podríamos decir que es necesario hacer de la habitación de su hijo, un lugar cómodo y acogedor para la hora de acostarse. Usted puede llevar a su pequeño para elegir la nueva ropa de cama, los juegos, los personajes que a él más le atraigan. Si los monstruos u objetos lo/la asustan en la noche, intente, mientras “ayuda” a su hijo a decorar, recurrir a elementos mágicos como un rociador, por ejemplo, que los transforma en “buenos”. Si sigue asustado, no lo fuerce a nada.

Es importante que quede muy claro que él/ella tiene su propia cama y usted la suya. Es posible que haya caído en un combate relacionado a la práctica del colecho. Si usted ha decidido que llegó el momento de recuperar su cama, usted tendrá que asegurarse de que los límites se cumplan.

Explíquele de modo que pueda comprender “que es de noche” y “lo que eso significa”. El dormitorio debe ser solamente eso, un dormitorio. Mantenga todas las distracciones, juguetes y otras cosas interesantes en otra habitación. El dormitorio será un ambiente de calma. Lo único que hacemos allí es dormir.

Es conveniente no volver a hablar todo el tiempo de los cambios y las nuevas reglas, porque generará ansiedad en su hijo/a. No olvide que los niños se ocupan de tratar de ampliar los límites y su trabajo es establecerlos. Cuando llega el momento de ir a la cama, pone a su niño hacia abajo, con el mínimo esfuerzo, y mantiene una conversación calmada que estimule el buen sueño.

Al igual que con la mayoría de los aspectos de la crianza de los hijos, es importante ser persistente y consistente. Puede tomar alguna determinación relacionada con la continuidad de la rutina, hasta alcanzar la meta deseada, pero la consistencia en su proceder, su convicción y sus argumentos son las claves.

Considere que éste es un trabajo en equipo con su pareja, de modo que todos conozcan el plan y adhieran a él. Si sus niños pequeños, a la hora de acostarse continúan haciendo payasadas o se despiertan en mitad de la noche, es más simple que usted y su pareja se alternen para su regreso a la cama. Ambos tendrán siempre el mismo mensaje para el niño/a, tratando de evitar asumir roles como el de buen policía, mal policía.