Los niños y la ansiedad por separarse de sus padres
La ansiedad por separación es una etapa normal del desarrollo que ocurre generalmente alrededor de los 8-14 meses, pero también puede experimentarse cuando un padre deja al niño en la guardería o en la escuela, dice el Entrenador en Bienestar Dan Roberts. Dan explica que viene con la capacidad del niño reconocer que algo inusual y potencialmente amenazante está ocurriendo, cuando se separan de sus padres, especialmente fuera de la casa. Y puede encenderse nuevamente con cada año escolar.
¿Qué podemos hacer?
Cuando las mamás interesadas hablan con Dan acerca de esto, él ofrece tranquilidad. Explica: “En cierto modo, cuando sus hijos presentan ansiedad por separación, es algo bueno, porque significa que han formado un apego seguro con usted y nos vemos como una fuente de comodidad y seguridad. Pero, por supuesto, siempre es angustioso ver a su hijo en estado de ansiedad y malestar”.
Dan dice que se trata de hablar con su hijo sobre lo que va a pasar y cuándo, siendo abierto y honesto acerca de las escalas de tiempo. “Los niños necesitan límites claros y, finalmente, deben aprender a navegar por el mundo, con todos sus desafíos y emociones, más independiente de usted. Darles mucho amor, abrazos y consuelo para ayudarles a superar esta etapa difícil. Explique cuando va a recogerlos, lo que es probable que suceda en el día mientras usted no está allí, y lo que va a hacer después con ellos.”
Hable con la escuela
También es vital que usted hable con un maestro si cree que su hijo está mostrando un nivel de ansiedad que va más allá de lo normal. La Experto Parenting Judy Reith dice: ” Siempre puedes hablar por teléfono si usted los ha dejado molestos y charlar sobre por qué cree que están tan ansiosos. Mientras usted está lejos, tranquilizarse que no tiene nada de qué preocuparse. Estarán a salvo y felices también”.
Mantenga la calma
“Los padres ansiosos crían niños ansiosos”, advierte Judy , quien dice que la mejor cosa que puede hacer es tomar las riendas de su ansiedad acerca de la situación y esto va a ayudar a su hijo inmediatamente.
Judy aconseja: “Hable con su niño en el lenguaje apropiado a su edad sobre lo contentos que están de que tengan un gran tiempo en la escuela, y decirles que usted estará pensando en ellos hasta que vuelva. Solía dejar un beso del lápiz labial en la mano de mi hija, que ella amaba. Su hijo puede estar molesto o llorar sobre la marcha; es que le aman.”
Cuando se trata de irse efectivamente, los expertos coinciden en que se debe evitar escabullirse mientras no estén mirando, ya que es más probable que se preocupen cuando miran a su alrededor y no pueden verla. Judy añade: ” A la vuelta, estará encantada de verlos a ellos también, sin dejar pasar lo mucho que le han faltado. En última instancia, usted conoce a su hijo mejor que nadie, así que siga sus instintos.”
Hacer y no hacer
En primer término, no escabullirse al momento de irse como hemos dicho ya. En el momento en que lo deja, explíquele a su hijo cuánto tiempo va a estar ausente. Las despedidas largas no son buenas así que utilice un patrón consistente, cordial y firme. Si las cosas se ponen realmente difíciles al momento de despedirse, reconsidere la forma en la que lo está abordando.
- Mantenga una actitud positiva y optimista acerca de la escuela.
- No hable con los maestros todo el tiempo. Ellos están calificados y experimentados y deben poder poner a veces, su mente en reposo.
- No haga despedidas largas y dolorosas. Tenga en cambio, un patrón de salida rápida, amable, pero firme al decir adiós.
- No se quede preocupada todo el día. Sí. Es más fácil decirlo que hacerlo. Lo más probable es que su hijo vivirá su jornada ¡sin preocupación!
- No hable demasiado. Los expertos son contrarios a que se hable de su propia ansiedad o la ansiedad, en frente de ellos.
- No mire ansioso. ¡Sea feliz en el exterior!
