Palizas y disciplina
Tal vez el mayor reto de todos es el emocional. El estrés que sufren los padres cuando los niños se portan mal, a menudo conduce a los castigos físicos como una forma de disciplinarlos. Un golpe aquí o allí es más rápido que tomarse el tiempo para explicar el problema a un niño pequeño. Otras veces, los padres simplemente no saben qué más hacer y en el agotamiento, no son conscientes de que hay mejores alternativas. Cualquiera que sea la situación, no se recomienda el uso de gestos violentos o agresivos en su modo de disciplinar a sus hijos. No sólo es peligroso, sino que también establece un mal ejemplo de cómo hacer frente a una situación difícil o un conflicto. Además, está comprobado que no es eficaz.
¿Cuáles son las alternativas a una bofetada?
1-3 años – Explicar qué está bien y qué está mal.
Los niños de esta edad no entienden realmente las palabras, sí entienden fácilmente las acciones. Por ejemplo, si su hijo se niega a dejar que otro niño juegue con un juguete, remueva a su hijo de la situación de juego, durante unos minutos. Después de un par de veces en que esto ocurra, él o ella va a entender que este tipo de comportamiento no es aceptable.
Esté preparado para una rabieta y lágrimas, al retirar al niño del juego. Esto puede ser difícil de tratar siendo padres, pero haciéndolo, infundirán la diferencia entre el bien y el mal en el niño y transmitirán la importancia de tomar decisiones correctas.
4 años y mayores – Tiempos de espera.
Los tiempos de espera procuran (y muchas veces logran) hacer que su hijo piense en sus acciones. Asegúrese de que el área física del tiempo de espera esté en un lugar aburrido, como un pasillo o un rincón en el comedor. No permita que el niño vaya a su habitación, donde podrá jugar con los juguetes.
Un tiempo de espera es un mensaje claro a su hijo acerca de que el mal comportamiento no va a funcionar. Lo lleva a calmarse. Los niños menores de la edad de cuatro años realmente, no responden bien a los tiempos de espera, por lo que no se deben utilizar en esa etapa. Una buena regla general es la de un minuto de tiempo de espera por cada año de edad.
Opciones
El bien y el mal y su diferencia, también pueden ser aprendidos a través de la toma de decisiones. Por ejemplo, si su hijo se niega a guardar sus juguetes, permita que suceda. Pero “antes” infórmele que la consecuencia de tomar esa decisión, es que se va a la cama una hora antes.
Respeto Mutuo
En el caso de niños más grandes, si usted muestra respeto por sus opiniones, aunque no esté de acuerdo, serán más propensos a respetar sus opiniones también. Obligándolos a hacer y ver las cosas a su manera, no funcionará.
Límite de la crítica
Los niños necesitan el estímulo y apoyo a medida que crecen. Esto ayudará a construir su confianza en sí mismo. Por lo tanto, trate de ser y de actuar con el perfil más bajo posible.
Consejos para ayudarla a “refrescarse”
El estrés puede hacer que las personas reaccionen de manera irracional. Cuando usted está molesta es más propensa a hacer o decir algo que no quería decir y con ello podría perjudicar a su hijo o hija. Aquí hay algunos consejos útiles para calmarse:
- Respire profunda y lentamente, mientras cuenta hasta diez.
- Recuerde que usted está a cargo y que necesita serenidad para ser un buen modelo a seguir.
- Tome un minuto para pensar antes de hablar. ¿Cómo se sentiría usted si alguien le estuviera diciendo algo así?
- Aléjese durante unos minutos para calmarse y pensar en la situación fuera de la escena. Asegúrese de dirigir su ira en la forma correcta.
- Llame a su pareja o a alguien más para hablarlo. Una vez que se dialoga sobre el tema, puede que no parezca tan grave.
- Tómese un descanso en un ámbito aireado.
- Si está muy molesta, la recompensa es hacerse un pequeño regalo. Tomar una taza de té en silencio o tomar una ducha caliente para relajarse.
- El humor es, muchas veces, la mejor medicina. Trate de reírse de ello, si fuera posible.
- Enciérrese en su habitación y grite en una almohada. Es preferible hacerlo allí y no descargarlos en sus hijos.
- Lleve su mente a un lugar feliz. Pensar en un lugar calmo, pacífico y sereno puede mejorar mucho su estabilidad.
Escuche a su hijo
Tal vez esto sea lo más importante de todo. Tiene que escuchar a su hijo y tomarse el tiempo para comprometerse con un interés real. Esto podría muy bien, evitar la necesidad de aplicaciones disciplinarias.
Aquí hay algunos consejos útiles al respecto:
- Dedique el tiempo necesario a su hijo hasta que acabe de hablar. Esto lo debe cumplir, incluso si está cansado o tiene prisa.
- Dé a cada uno de sus hijos la misma cantidad y calidad de escucha.
- Asegúrese de alentar a sus hijos a que hablen acerca de los sentimientos, ya que en general, les resulta incómodo. Usted desea que ellos puedan confiar en usted, Dígaselos entonces, y que, por otro lado, usted piensa que estos sentimientos son muy importantes.
- Disponga el mismo tiempo de escucha a los sentimientos felices también. Su hijo no debería sentir que para usted puede ser una molestia prestarle atención.
- Si su niño no quiere hablar, no fuerce la situación. Ellos necesitan un poco de privacidad y vendrán a usted cuando sientan que es el momento adecuado.
- Evite comportamientos inusuales, como no querer ir a la escuela, o actuar como si algo estuviera mal.
- Nunca jamás mentir a su hijo o hija, y tampoco haga promesas que no pueda cumplir.