Cómo crear una rutina de sueño para su hijo
Si usted está teniendo problemas con los hábitos de sueño de su niño/a, consuélese con el hecho de que no está sola. Los problemas del sueño y las preocupaciones por los niños pequeños son muy comunes, pero con algunos consejos útiles que pueden ayudar al pequeño a dormir mejor, quizá sea más llevadero. Y hasta “tal vez” consiga algunos pocos guiños extra para usted, mientras tanto.
Problema 1: noches y días mezclados
Suspiro. El temido síndrome “bailar” toda la noche y dormir todo el día. A menos que sea una estrella de rock, estas horas no son suficientes. Muchas personas no advierten que, en realidad es bastante común que los niños pequeños utilicen extrañas horas para sus momentos. A veces esto se une a una voluntad fuerte y otras veces, simplemente, el niño ha tomado demasiadas siestas tardías en el transcurso de unas pocas semanas.
Este problema no ocurre en un día y tampoco lo va a arreglar en un día. La mejor manera de solucionar este problema es ir trasladando la hora de acostarse, por veinte a treinta minutos todos los días, para lograr que su niño/a desarrolle una mejor rutina de sueño.
Problema 2: Prefiere dormir con mamá y papá
A algunos padres no les importa que su niño duerma entre ambos. Otros no están conformes. Si su niño es la quinta pata de su cama, trate de llevar adelante una transición gradual. Una cama infantil, justo al lado de la suya, es un buen punto para comenzar. De a poco, vaya moviendo la cama más y más lejos de la suya, hasta que pueda con él/ella, gradualmente, llevarlo/a a su habitación y a su propia cama.
Algunos niños tienen problemas para hacer ese camino, fuera de la habitación de mamá y papá, pero tiene que decidir qué tan lejos está dispuesto a ir. ¿Le importa si su hijo se quede en la habitación durante unos cuantos meses? Si su respuesta es “sí”, la cama del niño sería la solución.
Problema 3: quiere dormir con las luces encendidas
Este problema es divertido y fácil de solucionar. Hay muchos productos en el mercado hoy en día, que son mucho más atractivos que las luces de noche que teníamos cuando éramos niños. Desde luces que resplandecen con forma de animalitos a las estrellas que se proyectan en el techo, hay gran cantidad de opciones para los más pequeños que tienen miedo a la oscuridad.
Cuando se trata de conseguir que el niño duerma, no es probable que haya errores o contratiempos. Establezca límites y sepa cuándo su hijo ha puesto algo de sí mismo en la solución. El mejor compromiso o pacto, es aquel en el que las dos voluntades pueden encontrarse felices, en el medio. No se sienta como si hubiera fracasado si las cosas no funcionan de inmediato. Puede llevarle tiempo a su niño adaptarse a los cambios. Sería bueno que ese tiempo, usted lo utilice para poner a punto una rutina que beneficia específicamente a su familia. Tenga la seguridad de que va a suceder.