Detectar retrasos comunes en el desarrollo del bebé

Una de las mayores preocupaciones para los padres primerizos es la existencia de retrasos en el desarrollo del bebé. A menudo, los padres observan cuidadosamente, manteniendo un ojo en sus hijos y el otro en un gráfico de los indicadores del desarrollo promedio. El exceso de este tipo de preocupación puede desequilibrar a los padres, sobre todo teniendo en cuenta que cada bebé es diferente y los gráficos son sólo promedios fríos y básicos. Sin embargo, si Usted tiene una persistente sensación visceral de que algo está mal, no dude en sacar el tema con el pediatra de su hijo. Los retrasos en el desarrollo de un bebé son demasiado numerosos para enunciarlos aquí en su totalidad. Sin embargo, le daremos una rápida revisión de algunos de los signos más comunes.

Los retrasos físicos

Probablemente la mayoría de los padres tiene al menos una lista exhaustiva de los hitos del desarrollo promedio. A efectos de mantener una estrecha atención sobre el desarrollo de su hijo, sin tener que manejar demasiado sus ansiedades, recuerde que cada bebé es un individuo.

Si Usted nota que su niño tiene dos meses de retraso o más en el desarrollo físico, como aprender a gatear o estar de pie, consulte a su pediatra. Si nota algo que parece realmente extraño, como un estilo asimétrico de la movilidad, se justifica una cita inmediata con el profesional.

Los retrasos son comunes en el proceso de crecimiento, en el oído y en la vista. Aunque las tablas de crecimiento son una buena manera de ver si su hijo se está desarrollando a un ritmo normal, en el caso de los problemas de visión y audición, las dificultades son mucho más difíciles de detectar por cuenta propia. Cada vez que su hijo vea al pediatra para una evaluación, solicite pruebas de audición y de visión aunque el profesional no se las tome por su cuenta.

Los retrasos en la comunicación

Como padre, es natural el deseo de interactuar con su niño tanto como sea posible. Un retraso en el desarrollo del bebé puede hacer que esta interacción sea muy frustrante. Al igual que con los retrasos físicos, consiga una cartilla fiable que muestre las edades medias de ciertas acciones y consulte a su pediatra si su hijo tiene un retraso de más de dos meses. Algunos ejemplos comunes de un retardo de comunicación incluyen el caso de un bebé de seis meses que no ríe. Un niño que no dice adiós, gesticulando y balbuceando, a los doce meses, o que no imite a otros, a los veintidós/veinticuatro meses.

Los retrasos sociales

Los retrasos en el desarrollo del bebé que tienen que ver con la interacción social, son muy similares a los retrasos en la comunicación. Como siempre, cuentan con una tabla práctica y el calendario. Si el niño tiene dos meses por detrás de la curva, se consultará al pediatra.

A los dieciocho meses, el niño debe mostrar interés por una amplia variedad de juguetes. Desde los veintidós/veinticuatro meses, un niño ya se dedica a tiempos de juego con otros niños o con sus cuidadores. Suele interactuar ampliamente compartiendo juguetes y hablando. A la edad de treinta y seis meses, un niño normalmente puede involucrarse en una actividad durante al menos diez minutos. Esta, por supuesto, no es una lista completa. Sin embargo, si usted nota que su hijo no ha estado a la altura de estos hitos del desarrollo, consulte a su pediatra.

Bebés prematuros

Si su bebé nació prematuramente, posiblemente se les informe que los retrasos en el desarrollo del bebé podrían muy bien ser parte de la vida de su hijo. De hecho, muchos expertos creen que un bebé prematuro puede considerarse en el tiempo apropiado, si lleva entre unas pocas semanas y algunos meses detrás de las cartillas de desarrollo diseñadas para los bebés a término.

Independientemente de lo que dicen esos informes, el instinto de los padres es generalmente, la mejor y la primera señal de que algo anda mal. No sea demasiado obsesivo en esto, pero tampoco tenga temor de proteger a su hijo e insistir en las pruebas, cuando realmente cree que los retrasos en el desarrollo del bebé se tornan un problema.