La crianza del bebé: cuidado a cargo de los abuelos
Una vez que la nebulosa del recién nacido ha desaparecido, usted comenzará a planificar el cuidado de los niños o del niño o niña, temiendo que los atienda alguien que no les va a prestar atención. Es allí cuando muchos progenitores miran a sus propios padres para solucionar el problema del reaseguro y la familiaridad que significan.
Muchos padres se enfrentan ahora a los gastos de guardería que igualan o hasta llegan a superar sus pagos mensuales de la hipoteca, lo que lleva a una decisión de, ya sea, dejar de trabajar o encontrar hogares de atención alternativos. Esto ha resultado en muchos abuelos que toman algunos, si no todos, de estos derechos.
Antes de que todo se embarque en un gran cambio, conviene, sin duda, atravesar un período de prueba. Esto permitirá que todos puedan entender de qué se trata, la realidad que traerá cada día y la forma en que se pueda ajustar todo.
Configuración de límites
Puede suceder que: “A diferencia de mis padres, que deliberadamente tratan de meterle la mayor cantidad de chocolate, pasteles, dulces y permitirle travesuras en general (ya que pueden hacerlo), yo me dedico a los deberes del cuidado de los niños y llevo a cabo una rutina muy diferente para mi hijo o hija”. Es por razones como ésta, que usted tendrá que sentarse y establecer algunos límites claros.
Dos de las áreas más difíciles para todas las partes son la disciplina y las rutinas. Si los abuelos se van a dedicar al cuidado, siguiendo el ritmo familiar de su nieto o nieta, es importante que sean plenamente conscientes de sus expectativas como mamá, cuando se trata de rutinas, la hora de comer, la hora de acostarse, el comportamiento, la tarea y así sucesivamente.
Su manera de hacer las cosas puede ser diferente de la de ellos. De hecho, es muy probable que lo sea, por lo que se impone establecer una pauta muy clara que ayudará a todos.
Del mismo modo, si usted contrató a una niñera o envió a su hijo a una guardería, habría fijado, entre otras cuestiones, un horario para dejarlo y otro para recogerlo. No hubiera sido aceptable llamar un par de minutos antes del horario pactado, para avisar que lo retirará una hora más tarde. Está claro, entonces, que tampoco es aceptable si sus padres o suegros se encargan de esa tarea.
Remuneraciones pactadas
Un acuerdo de pago, es, obviamente, algo que podrá acordar con sus padres cuando llegue el momento. También se tendrán en cuenta los gastos menos importantes que puedan surgir. Por ejemplo, las excursiones y entretenimientos, paseos a centros de juego, clases, comidas, aunque sólo sea para abastecerse de comida extra. Un arreglo para cubrir estos costos debe ser planteado por usted pues, después de todo, se trata de un gasto mucho más ligero que las opciones alternativas de cuidado infantil.
Primero la familia
Lo más importante a tener presente es que sus hijos están siendo cuidados por sus abuelos. Esa relación es mucho más vinculante y positiva que cualquier acuerdo sobre el cuidado de sus hijos. Si usted o ellos, sintieran que se están apoderando del cuidado de los niños o de cambiar la dinámica de la relación entre abuelos y nietos, sería prudente buscar una nueva solución.
Si bien puede parecer muy frío y estricto el hecho de establecer reglas con sus propios padres para el cuidado de sus hijos, es un elemento menor en toda la ecuación. Se trata, puramente, de mantener las cosas en equilibrio en la vida de todos. El beneficio real de este arreglo es el tiempo en que su hijo o hija, podrá pasar con sus abuelos. Las historias que escucharán de primera mano y los conocimientos que adquirirán, mediando un contexto amoroso. ¡Esté segura de que forjará un maravilloso vínculo entre ellos!
