Disciplina para su bebé
En el ámbito de la crianza de su hijo, trabajar la disciplina es un área a la que los padres le temen porque muchas veces no tienen claro cuáles son los límites, sobre todo al principio. Usted disfruta de un bebé tan pequeño, dulce lindo y por ahora tan educado, que es difícil imaginar que alguna vez tenga la necesidad de administrar la disciplina. Dicho esto, entendamos entonces que la disciplina es inevitable. Va a llegar un momento en que Usted va a tener que tomar medidas con su pequeño. Esto no tiene que ser drástico ni acumulativo. Es decir, lo toleramos y ahora ¡basta! Hay modos de administrar la disciplina de una manera positiva y constructiva, a partir de premisas que rigen la sana convivencia de los pequeños y de los adultos. Esto hará las cosas mucho más fáciles en el futuro y sobre todo, puede eliminar la necesidad de duros castigos más tarde.
Todos los niños sin darse cuenta, necesitan y piden límites de parte de los adultos. Se ha demostrado que a los niños educados con límites puestos a tiempo les va mejor en la vida porque entienden, aun cuando se opongan en el momento, que Usted se preocupa y está velando por el beneficio de ellos. Si bien no hay mucha necesidad de disciplinar en los primeros meses de vida, cuando su bebé comienza a movilizarse, ya es hora de establecer algunas reglas básicas.
La disciplina, en un principio, esencialmente se focaliza en la protección, la seguridad y la estimulación. Su preocupación principal cuando su bebé se arrastra es mantenerlo fuera de peligro. Sin embargo, su finalidad última es inculcarle valores y hábitos que le permitan al niño distinguir el bien del mal. Este proceso de ir modificando la conducta vendrá con el tiempo. Por ahora, el juego de las disciplinas en las conductas inmediatas es bastante simple.
Este es también el momento en que Usted sentará las bases del estilo de crianza de sus hijos y los modos y técnicas de disciplina que va a utilizar en el futuro. Importa mucho la coherencia que mantenga frente al pequeño para que un “sí” lo sea siempre y un “no” se mantenga mañana. Por ejemplo, cuando el bebé hace algo peligroso, como llevarse a la boca un objeto que no debería o tirar de una cuerda que pueda dañarlo, enuncie rápidamente un “no” al bebé, en un tono firme y ofrézcale a continuación, una alternativa segura. Dado que los bebés tienen una capacidad de atención muy corta, se olvidarán rápidamente de la actividad equivocada.
Independientemente de lo que su bebé esté haciendo, nunca son recomendables los golpes, azotes, y gritos. Adoptar este tipo de medidas convertirá a su hijo en un niño temeroso y podría causarle un daño físico. No existe el momento adecuado ni la necesidad que justifique sacudir a un bebé Puede causarle lesiones graves y hasta fatales. Si usted se siente molesto, nervioso o enojado, no es el momento para reprender por algo al bebé. Pondrá a su niño en un lugar seguro como la cuna y saldrá a la calle durante unos minutos, hasta que se haya calmado y se serenen sus pensamientos.
Una manera sana de estimular el comportamiento y las actividades en el marco de la seguridad es, justamente crear un lugar seguro para que su bebé juegue. Usted siempre debe tomar las medidas necesarias para que su casa sea “a prueba de bebés”. Por ejemplo, la colocación de las puertas en las escaleras, de modo que el niño no pueda acceder a ellas. El cobertor de enchufes eléctricos y la vigilancia garantizada de que los artículos peligrosos estén muy lejos de su alcance. El hecho de crear un entorno como éste, contribuirá con inculcarle un comportamiento bueno y apropiado. Además, obviamente de priorizar la seguridad del niño.
Debemos plantearnos las maneras de disciplinar al bebé a una edad temprana, haciendo uso de técnicas constructivas y positivas que acerquen al niño a un buen comportamiento. Esto permitirá que su bebé disfrute mientras explora su nuevo mundo y le dará al niño la tranquilidad de saber que Usted está atento a orientarlo hacia modos seguros con un refuerzo positivo.
