¿Por qué lloran los bebés?
Desde el momento en que llega su bebé, todo lo que quiera decir le va a salir con el mismo sonido: ¡Waaaaaaaa! Si bien el llanto no siempre es agradable, por ahora, es la única forma que tiene el pequeño para comunicarle lo que necesita y cuándo lo necesita. Lo importante aquí es averiguar exactamente qué es. Para ayudarle a saber más acerca de la comunicación con su pequeño, a continuación, se muestra una lista de las seis principales razones por las cuales es común que los bebés lloren y cuáles pueden ser las mejores soluciones para aliviar sus problemas.
Hambre
Una de las principales razones del llanto de su bebé es porque tiene hambre. Cuando un niño llega al mundo, todo es nuevo. Para los niños tan pequeños las sensaciones como el hambre pueden ser aterradoras y, a menudo, esto lo lleva a llorar. El llanto es la única manera que conoce para hacer saber que tiene hambre, y no solo hambre sino el miedo inicial de “desconocer el hambre”. Por lo menos, el bebé halló una forma de comunicación, dado que no puede hacerlo de otro modo.
Dolor
Un bebé que está padeciendo un dolor severo es probable que sea inconsolable. Si usted piensa que su bebé está atravesando un episodio de dolor, hay algunas estrategias para tratar de calmarlos y luego seguir investigando. Tomar la temperatura rectal no es agradable para la mamá o el bebé, pero puede tranquilizarla y la acercará a una mejor información de lo que puede estar mal con su bebé. Si su bebé no tiene fiebre, podría tratarse de cólicos, gases o calambres, que son todos dolorosos. Trate con alguna alternativa medicamentosa para gases y cólicos, que le haya aconsejado el pediatra. Si nada de lo anterior funciona y su bebé ha estado inconsolable durante más de una hora, llame a su doctor.
Demasiado frío o calor
Saber cómo vestir a su bebé no parece una decisión fácil. La mamá tiene los pies fríos. ¿Los del pequeño también lo están? Si la mamá está acalorada, ¿él también lo estará? La respuesta suele ser simple. Vista a su bebé, como usted se vistió. A menos que usted sea particularmente sensible al frío o extremadamente calurosa. Cuando todo lo demás falla, recuerde que el método de ensayo y error no hace daño a nadie.
Bebé sobresaltado
Desde el vacío que le ha de producir ya solo el timbre, el nuevo mundo es un “lugar peligroso” para sus pequeños oídos y ojitos. Si se asusta, ella/él deja escapar un grito que, notoriamente, es el susto. Esto simplemente significa “¡Ven abrázame, mamá!” y en su mente, tal vez surja el imaginario “¡Creo que hay un monstruo! ¡Sálvame!”
Bebé somnoliento
Debido a que su sistema nervioso no está tan desarrollado como el de un adulto, los bebés necesitan un poco de ayuda para calmarse a sí mismos y relajarse hasta conciliar el sueño tan ansiado. Trate de balancearlo o rebotarlo muy suavemente para ayudarlo a dormir. Algunas madres que amamantan a sus bebés encuentran también la solución en la sesión de lactancia, durante la cual se duermen. Mientras que los bebés necesiten ayuda para relajarse, se les deberá, finalmente, enseñarles a hacerlo. Es importante también que aprenda a estar contento por quedarse dormido en su cuna, para lo cual habrá que tener paciencia porque no es probable que esté listo ya.
Bebé en soledad
Con toda la atención que recibe, resulta difícil de creer que algunas veces se sientan solos. Al igual que los adultos, los bebés, aun con la atención que se les prodiga, necesitan sentirse incluidos. A veces esto es tan sencillo como mover al bebé de su cuna y trasladarlo en una hamaca a la habitación que usted está limpiando o simplemente, entrar a su habitación para decir “hola” o una miradita que le exprese “te estoy viendo”.
En poco tiempo usted mejorará en descifrar el llanto de su bebé. Usted será capaz de decir cuando ella/él quiere su biberón y cuando ella simplemente está de mal humor. Pero hasta entonces y por ahora, no se preocupe si usted no tiene ganas de estar todo el tiempo susurrándole palabras en su oído. Usted y el/la bebé obtendrán tiempo juntos en momentos en que los necesite.